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miércoles, 16 de noviembre de 2011

martes, 15 de noviembre de 2011

Hijo de Hamás” que ha nacido de nuevo hoy lucha contra “el dios del Islam

“No estoy aquí luchando contra los musulmanes. Estoy luchando contra el dios de ellos”

Desde su prominente familia musulmana en la Ribera Occidental hasta la agencia de seguridad israelí, donde trabajó durante una década — e incluso para algunos que se dicen cristianos — las personas que conocen a Mosab Hassan Yousef tienen dificultades para explicar su radical transformación.
Como hijo y heredero de uno de los fundadores del grupo palestino terrorista Hamás, Yousef rompió el corazón de su religiosa y extremadamente unida familia, poniendo en peligro la vida de ellos y la suya propia, al anunciar hace dos años que se había convertido en un seguidor de Jesús Cristo. Hoy, las amenazas se intensificaron desde que cambió su misión: anteriormente, salvaba vidas luchando contra el terrorismo; ahora, salva almas musulmanas a través de sus esfuerzos para desenmascarar el Islam como “la mentira más grande en la historia humana”.
En una conversación telefónica el jueves con WND y varias publicaciones cristianas, Yousef explicó que, junto con Hamás, los medios de comunicación seculares y miembros de algunas denominaciones cristianas están intentando desacreditar la historia que él cuenta en su reciente libro “Hijo de Hamás” (Son of Hamas), que figura en el décimo lugar de la lista de los best-sellers del periódico New York Times de esta semana.
Es una historia que muchos encuentran difícil de creer, reconoció. Pero el “secreto es muy sencillo”, dijo Yousef, de 32 años. “Cuando el amor de nuestro Señor está en el corazón de un hombre, ese hombre actúa de una forma totalmente diferente”. “Ellos no lo quieren reconocer”, dijo, refiriéndose a aquellos que lo menosprecian. “Si admitieran que lo que cambió mi vida fue Jesucristo, esto traería muchas interrogantes, y ellos no quieren llegar a ese punto”.
En la actualidad él vive en el sur de California, después de trabajar con su padre, el jeque Hassan Yousef, en la ciudad de al-Ghaniya en la Ribera Occidental, cerca de Ramallah. En aquel tiempo, mantuvo en secreto su fe cristiana y fue uno de los principales espías de la agencia israelí de seguridad interna Shin Bet.
Hamás ha rechazado las afirmaciones como propaganda sionista, pero uno de sus entrenadores en el Shin Bet, confirmó al periódico israelí, Haaretz, todo lo dicho por Yousef . Éste último fue reclutado por el Shin Bet en 1996 a la edad de 18 años, mientras estaba en un edificio de detención del Complejo Ruso de Jerusalén. Había sido detenido después de comprar un arma. Su primer arresto se dio cuando tenía 10 años, durante la primera Intifada, o “levantamiento”, por lanzar cohetes contra los colonos israelíes.
A principios de este mes, su padre emitió un comunicado desde la cárcel israelí de que él y su familia “han repudiado completamente el hombre que era nuestro hijo mayor y cuyo nombre es Mosab”.
Poco después de declarar públicamente su fe cristiana en agosto de 2008, el Frente de Medios de Comunicación Islámico Global — conectado con Al-Qaeda — emitió una declaración tildándolo como un infiel que va camino al infierno y citando al profeta del Islam, Mahoma: “Maten a los que cambian de religión”.
El mes pasado, su principal entrenador en el Shin Bet, el capitán Loai, habló al periódico Haaretz de su gran admiración por Yousef, quien dificultó docenas de ataques terroristas de hombres-bomba e intentos de asesinatos orquestados por Hamás, salvando cientos de vidas.
“Muchas personas deben su vida a él, y ni siquiera lo saben”, dijo Loai. “Personas que hicieron mucho menos han sido galardonadas con el Premio de Seguridad de Israel”.
Yousef dijo que él fue uno de los que revelaron que el grupo terrorista Brigada de los Mártires de Al-Aqsa estaba compuesto por miembros de la Guardia Presidencial Fuerza 17, de Yasser Arafat.
Él ayudó a reclutar hombres como Ibrahim Hamid, comandante de Hamás y Marwan Barghouti, considerado uno de los líderes de la Primera y de la Segunda Intifada. Sin embargo, Yousef logró convencer al Shin Bet a preservar la vida de su padre; Laoi dijo que si no hubiera sido por la petición de Yousef, su padre hubiera “muerto de más de 10 veces”. El jeque está en una prisión israelí desde que fue arrestado en septiembre de 2005.
Yousef dijo al periódico Telegraph de Londres en agosto de 2008 que su familia “definitivamente estaba sufriendo por lo que hice”.
“Ellos no componen una familia común, ellos forman una familia muy famosa, y los musulmanes de todo el mundo alaban a mi familia, alaban a mi padre. Así que, cuando di un paso como éste, era imposible para ellos siquiera pensar en ello, era una locura”.
Puerta de Damasco

El viaje de Yousef a la fe cristiana, literalmente lo hizo pasar por la Puerta de Damasco en Jerusalén, una reconstrucción de la edad media de la puerta del primer siglo, por la cual el apóstol Pablo pasó cuando iba camino a exterminar de manera violenta a la nueva secta que consideraba herética.
En este lugar histórico en 1999, Yousef y dos amigos se encontraron con un cristiano británico que estaba de visita en Jerusalén con un pequeño grupo evangelístico. El hombre, un conductor de taxi de Inglaterra, que estuvo en Jerusalén durante unos pocos días, lo invitó a un estudio bíblico en la Asociación de Jóvenes Cristianos, cerca del Hotel Rey David en la Jerusalén occidental.
“Tomé la Biblia y comencé a estudiarla”, dijo Yousef a los periodistas el jueves. “Me tomó seis años estudiar el cristianismo, estudiar nuevamente el Islam y estudiar aún más las otras religiones”.
En su libro narra un momento decisivo en su “odisea espiritual”, cuando su mejor amigo lo encaminó a un programa en Al-Hayat, una estación árabe de televisión cristiana vía satélite.
Allí vio como un anciano sacerdote copta llamado Zakaria Botros “sistemáticamente” llevó a cabo una “autopsia al Corán, abriéndolo y exponiendo huesos, músculos, nervios y órganos, colocándolos luego bajo la lupa de la verdad y demostrando que todo el libro es canceroso”.
Yousef dijo que no puede especificar el día o la hora en que se convirtió al cristianismo, porque fue un “proceso de seis años”. “Pero yo sabía que era cristiano, y sabía que necesitaba ser bautizado”.
Los entrenadores de Yousef en el Shin Bet le dijeron que no veían ningún inconveniente en su fe cristiana, mientras no la compartiese con nadie y que no fuera bautizado. Yousef creía que tenían más miedo de perderlo como espía que de algún problema que una declaración de su conversión les pudiera traer.
Pero en 2005, no mucho después de haber visto al sacerdote copta cortar y exponer “todas los pedazos muertos de Alá que aún me ligaban al Islam y me cegaban a la verdad de que Jesús es el Hijo de Dios”, él se arriesgó, literalmente, entrando a las aguas del mar Mediterráneo en una playa de Tel Aviv en una inusual ceremonia de bautismo “secreto” realizada por un cristiano de San Diego, EE.UU., quien estaba de visita.
Ahora, Yousef reside en la región de San Diego, donde asiste a la Iglesia del Camino de Barrabás. Perdió el contacto con el conductor de taxi de Inglaterra. “Me encontré con él sólo dos veces. No sé dónde está, pero oro por él siempre”, dijo el jueves.
La mentira más grande de la historia

Con 10 años de lucha contra el terrorismo en sus experiencias pasadas, Yousef se ve ahora como en una nueva misión, pero no menos retadora — liberar a los musulmanes del “dios del Islam”. Él señala que los musulmanes no son sus enemigos.
“Mi corazón se quebranta por ellos”, dijo a los periodistas el jueves. “Eso es lo que quiero que entiendan. No estoy aquí luchando contra los musulmanes. Estoy luchando contra el dios de ellos, y creo que el mayor enemigo que los musulmanes enfrentan es su dios y su profeta”.
Mahoma, dijo Yousef, hace 1400 años, comenzó con una mentira que “envolvió con revestimiento de hechos reales, verdad, obras de caridad y buenas cosas”.
“Por lo tanto, él es una mentira perfecta”, dijo. “Creo que el Islam es la mentira más grande de la historia humana. Esta es la manera que yo creo. Los musulmanes son víctimas de esta mentira”.
Ahora, dijo, es el “tiempo para que despierten de esta mentira, para que sean verdaderamente valientes para enfrentarla”. Reconoció que sus palabras han ofendido, de forma extrema, a muchos. “No obstante, alguien necesita decir la verdad y decirla con mucho amor”.
Yousef dijo que cuando investigó para encontrar la raíz de los problemas en la vida de sus compatriotas palestinos, llegó a la conclusión de que es “el dios del Islam”. Sin embargo, argumenta que el principal obstáculo para persuadir a los musulmanes a abandonar el Islam es no poder convencerlos de que “Mahoma es un mentiroso”.
“El problema que ellos enfrentan es que no tienen el valor para afrontar las consecuencias si lo reconocen”, dijo.
Algo mucho mejor que esta vida

Yousef dijo el jueves que no espera que las amenazas a su vida desaparezcan, las que comenzaron el día en que declaró su fe en Jesucristo. Aunque dice que “no se asemeja a alguien que quiere morir”, él “no se va a ocultar”.
“Como creyente en Cristo, creo en sus promesas, y creo que Él está preparando algo mucho mejor que esta vida”, dijo.
“Si el precio para difundir el mensaje fuera mi sangre o mi vida, que así sea. No quiero morir, pero esto sería, probablemente, la mejor manera de divulgar el mensaje”, dijo Yousef. “Seguiré haciendo lo que tengo que hacer, lo correcto por hacer, y si el resultado es que maten por esto… todos han de morir algún día”.
Respondiendo a la pregunta sobre la política del gobierno de Bush y de Obama a declarar el Islam “una religión de paz” e insistir en que EE.UU. no está en guerra contra el Islam, Yousef dijo: “Con el debido respeto al Sr. Presidente, es un gran error”.
“Les insto a que lean el Corán, capítulo 9, versos 5 y 29, que establecen la pena de muerte a todos aquellos que no creen en el Islam”, dijo.
“Esto no es nuevo”, agregó. “Esta no es la idea de un musulmán radical. Esta es la ideología del propio dios del Islam. Por ello, no podemos cambiar lo que está en el Corán, y ningún musulmán tiene la autoridad para cambiar eso”.
Él entiende que los diplomáticos y los gobiernos tienen limitaciones, pero considera que la amenaza se mantendrá, a menos que se pueda lidiar con el motivo por el cual el Islam promueve la guerra santa.
Yousef dijo que su llamado es desafiar el problema en su punto central. “¿Qué están haciendo los gobiernos? Están tratando con algunos terroristas radicales aquí y allá, pero están ignorando, con seguridad, la realidad del Islam”.
Después de una década de “lucha contra el terrorismo”, él dijo que ha quedado claro que “estamos luchando contra un fantasma”.
“Al final del día, la causa de ellos todavía está allí”, dijo. “La mejor manera de detenerlos es luchar contra su ideología. Si no luchamos contra la causa de ellos, si no luchamos en contra de su ideología, si no desafiamos su doctrina, continuarán levantándose terroristas y extremistas”.
Dijo que la tarea no puede ser el deber solamente del gobierno.
“Pedimos al gobierno que nos dé espacio para trabajar”, dijo. “Si no queremos pasar por esta guerra, este es el deber de todo hombre libre de este mundo. No sólo del cristianismo, sino de todo hombre libre”.
En su entrevista con Haaretz el mes pasado, dijo que muchos creen que los terroristas están motivados por la “ocupación” israelí. Sin embargo, “todo esto es sólo el telón de fondo”, insistió. “No es la raíz del problema. La ocupación es como la lluvia que cae en el suelo donde se sembró la semilla, pero no es la semilla misma”, dijo.
“La raíz del conflicto entre israelíes y palestinos no está en la seguridad o la política: es una guerra entre dos dioses, dos religiones”, argumentó Yousef.
El Corán, explicó él, enseña que la tierra de Palestina es un don sagrado (para los musulmanes), un “Waqf”, que no debe ser entregada a nadie más.
El problema de Israel no está “en Hamás o en cualquier otra organización, ni en la interpretación que hace Hamás de su lectura del Corán. El problema está en el dios del Corán”.
Incluso los musulmanes “moderados” que leen el Corán, explica Yousef, “tenemos que leer que los judíos son hijos de monos y que los infieles deben ser muertos”.
“Los palestinos deben dejar de culpar a Israel, o a Occidente, por todos sus problemas”, dijo. “Si quieren verdadera libertad, necesitan deshacerse de su dios”.